El pescado es un elemento vital dentro de nuestra cadena alimentaria especialmente en la gastronomía mediterránea, el pescado nos aporta entre el 18% y el 20% de las proteínas de alto valor energético, que necesitamos en nuestro organismo además de ser un aporte de vitaminas del grupo B, en el caso de los pescados azules tenemos una alta aportación de vitamina A y vitamina B.
Dentro del amplio surtido de pescado azul, en las distintas especies disponemos de un aporte importante de ácidos grasos Omega 6 y ácidos grasos insaturados Omega 3 y óleico todos ellos beneficiosos para el funcionamiento normal del corazón y para mantener los niveles adecuados del colesterol llamado malo y del bueno, además el pescado de rico en distintos minerales necesarios para el organismo como yodo, potasio, fósforo, y magnesio.
En función del tipo de pescado disponemos de cantidades importantes de contenido graso beneficioso en el caso de los pescados azules, como la sardina, el salmón, la trucha, el atún, el arenque o la caballa y en los pescados llamados blancos cuyo contenido es más magro, introducimos en nuestro organismo distintos oligoelementos beneficiosos, como es el caso de la merluza el bacalao y el rape. En nuestro puesto encontrará una gran diversidad de pescados de ambas gamas, con plena frescura y que reponemos diariamente desde las distintas lonjas que nos surten.
El pescado fresco tiene unas características físicas, plenamente reconocibles, ojos claros y brillantes, los colores del cuerpo son limpios y vivos, con agallas rojas brillantes y sin mucosidad y escamas torna asoladas, con una carne firme y obviamente huele a mar y algas
