Al margen de un precio inferior respecto al pescado y marisco fresco, si se trata de un producto de alta calidad y de procedencia salvaje. Los mariscos congelados congelados presentan ciertas ventajas respecto al producto fresco.
El sabor no pierde ninguna característica ya que en el proceso de congelación quedan preservadas todas las propiedades incluidas en el sabor específico del producto, el valor alimenticio y nutritivo queda a salvo ya que no se utilizan aditivos o productos químicos para el proceso de congelación. Todos los productos siguen un proceso de ultra congelación en alta mar que se caracteriza por un ciclo muy corto que en dos horas a una temperatura de -40° bajo cero, preservar las características del producto tanto físicas como alimentarias y una vez terminado el proceso se mantienen en una temperatura de mantenimiento de -18 °C o inferiores.
Los fluidos y gases utilizados para la congelación son los utilizados en la criogénia, que son productos totalmente inocuos, por tanto no tóxicos ni transfieren al producto ningún tipo de gusto o olor. Al margen de todo ello, podemos disfrutar de estos alimentos durante todas las épocas del año con lo cual se elimina la estacionalidad de los mismos y se presentan para poder ser preparados directamente sin que tengan que ser lavados o limpiados si la preparación así lo requiere.
Con todo ello podrá disfrutar de gambas, cigalas, crustáceos en general y otro tipo de mariscos con todas las propiedades organolépticas y con la calidad gastronómica difícil de diferenciar con los frescos y se trata de producto de alta calidad. A la hora de descongelarlos el proceso debe ser lento y no utilizar sistemas de descongelación forzados, el mejor sistema es el día anterior a su preparación disponerlos en un plato con film transparente en el refrigerador o nevera con lo cual conseguiremos un descongelado lento y mantener todas sus cualidades plenamente.
