Toda la historia arranca a mitades del siglo XIX cuando el tatarabuelo Joan, Joan Barber vendía pescado en el antiguo Mercat del carrer Sant Crist que en aquella época era el Antiguo Camí Ral que conectaba el barrio de Sants con la ciudad de Barcelona. A raíz de la construcción de fábricas de vapor, prohibidas en el casco antiguo de la ciudad.
El crecimiento exponencial del barrio debido a la presencia de los trabajadores obreros de dicha fábrica propició el traslado de dicho mercado en 1864 a lo que era y actualmente es, la Plaça Osca muy cercana a la gran fábrica textil de La España Industrial de la familia Muntadas, que se construyó en lo que aquel momento era la Villa de Santa María de Sants.
La construcción de viviendas para dichos obreros y la cercanía a la factoría propició que este mercado fuera creciendo hasta según los historiadores disponer de 500 puestos con los distintos productos de alimentación y del hogar que se vendían en la época. Por el año 1893 la plaza y sus aledaños estaba completamente colapsada con lo que se propuso construir un tejado que cubriera los puestos y que quedarán dentro de un edificio con las mínimas instalaciones, pero todo ello se paralizó debido a que cuatro años después la villa de Sants, se anexionó a la ciudad de Barcelona, pero con la presión popular del vecindario que no querían perder su autonomía como ayuntamiento, para satisfacer la demanda se propuso construir un mercado nuevo en el actual emplazamiento del acto del Carrer Sant Jordi, en aquellos tiempos en los que, en cajas de madera de 50 kilos venía la merluza, tapada con helecho para su mejor conservación.
En banastas de mimbre venían las sardinas malagueñas.
Y las almejas de Punta Umbría en sus cestos de caña de allí propios fabricados por las mujeres.
El emperador envuelto en esteras de esparto, tapados con palmas de palmera.
Y en aquel momento el bisabuelo decidió para evitar peleas familiares diversificar el negocio en dos ramas y decidió seguir el negocio con una de sus hijas en el Mercat de Sants y el otro hijo con otra pescadería en el Mercat D´Hostafrancs.
De la primera de las ramas derivamos hasta las hasta la fecha, nosotros, como continuadores de la saga, con inicialmente mi abuela y posteriormente mis padres “La Carmeta” y “el Siscu” hemos atesorado, todo el conocimiento y filosofía de nuestros ancestros y con su experiencia y conocimiento del mundo del pescado hemos llegado hasta donde estamos, ofreciendo a nuestros clientes un producto seleccionado de calidad y con un servicio final, producto de las tendencias actuales pero basado en todo el conocimiento que hemos ido recibiendo tras varias generaciones, todos ellos gracias, y sirva esta Web a la vez de una promoción de nuestra parada el reconocimiento y recuerdo a todos.
